CONCEPTOS DE FE
1. http://www.mensajespositivos.net/espiritual/la-fe.html
2. http://www.sigueme.es/librospdf/FE,%20VERDAD,%20TOLERANCIA.pdf
En un mundo que se va haciendo cada vez más pequeño, el problema
en torno al encuentro entre las religiones y las culturas ha llegado
a ser una cuestión apremiante, que no preocupa sólo, ni mucho
menos, a la teología. El problema de la compatibilidad entre las culturas
y de la paz entre las religiones ha llegado a ser un tema de primordial
orden. Pero, sobre todo, es una cuestión que se les plantea
a las religiones mismas, que deben saber cómo vivir en paz unas con
otras y cómo contribuir a la «educación del género humano» para la
paz. La fe cristiana se ve afectada especialmente por esa problemática,
porque desde su origen y por su misma esencia pretende dar a
conocer y proclamar ante todos los hombres quién es el único Dios
verdadero y el único Salvador de toda la humanidad: «Nadie más
que él puede salvarnos, pues sólo a través de él nos concede Dios a
los hombres la salvación sobre la tierra», dijo Pedro a los dirigentes
y a los ancianos del pueblo de Israel (Hch 4, 12).
LA FE
Es un don procedente de Dios, que extiende su mano al hombre:
no es nuestra acción la que salva, sino que únicamente salva el poder
bondadoso de Dios.
Se distinguen hoy día tres posiciones fundamentales en la teología de las religiones, posiciones que a la vez se consideran
como las únicas posibles: el exclusivismo, el inclusivismo y el
pluralismo. La posición exclusivista, en los manuales corrientes, se
halla representada principalmente por Karl Barth. La afirmación
básica es que la fe cristiana es la que salva exclusivamente, y que
las religiones no son caminos de salvación. Pero en todo esto hay
que tener en cuenta que Barth no considera sencillamente al cristianismo
como una religión absoluta, y no lo contrapone a todas las demás religiones, sino que él distingue entre la fe, por un lado, y la
religión, por el otro. Él considera la «religión» como opuesta a la
fe: la religión es un entreverado de posturas humanas, por las cuales
el hombre trata de elevarse hasta Dios. La fe es, por el contrario,
un don procedente de Dios, que extiende su mano al hombre:
no es nuestra acción la que salva, sino que únicamente salva el poder
bondadoso de Dios. También lo que en el cristianismo es «religión
» cae bajo el veredicto de Barth. Partiendo de ahí, D. Bonhoeffer
proyectó también su programa de un cristianismo sin religión,
un programa que luego suscitó un vivo eco durante los decenios de
1950 y 1960. Hace poco, G. Baget Bozzo, teólogo italiano y filósofo
de la religión, publicó una obra con el título Profecía. El cristianismo
no es una religión. Por lo demás, también R. Guardini
subrayó la diferencia esencial entre fe y religión, aunque no quiso
compartir el radicalismo de la posición adoptada por Barth.
Para mí, el concepto de un cristianismo sin religión es contradictorio
y carente de realismo. La fe tiene que expresarse también
como religión y en la religión, pero no puede reducirse a ella, claro
está. Bajo este aspecto habrá que estudiar de nuevo la tradición
de ambos conceptos. Para Tomás de Aquino, por ejemplo, la «religión
» es una subdivisión de la virtud de la justicia, y es necesaria
como tal; pero, claro está, es algo completamente diferente de la
«virtud infusa» de la fe. A mí me parece que un postulado prioritario
para una teología diferenciada de la religión sería el aclarar
con precisión los conceptos de religión y de fe, que muchas veces
no se deslindan bien y que suelen también generalizarse. Y así, se
habla en plural de las diversas formas de «fe» (o de las «creencias
»), queriendo designar con ello a todas las religiones, aunque el
concepto de fe no aparezca, ni mucho menos, en todas las religiones
y, desde luego, no sea en absoluto constitutivo de todas ellas;
incluso cuando aparece en alguna de ellas, significa cosas muy diversas.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario